La mayoría de dietas tradicionales sean dietas milagro o no, terminan prohibiendo alimentos o grupos de alimentos. Este hecho provoca un deseo continuo para consumirlos y al final se acaba cediendo y cayendo en la tentación. Que las dietas restrictivas fracasen es normal porque van en contra de nuestra naturaleza, un exceso de control alimentario no es bueno y el riesgo de transgresión aumenta a medida que la dieta se va haciendo más restrictiva hasta que es del todo insostenible mantenerla en el tiempo. A continuación explicamos las tres razones por las cuales no prohibimos alimentos en nuestros tratamientos para adelgazar.
Cuanto mayor es la prohibición, mayor es el deseo
La manera más segura de fracasar a la hora de perder peso es la de prohibir determinados alimentos que normalmente son los más calóricos. Si los prohibimos serán cada vez más deseados. No tiene sentido hacer una lista de alimentos buenos si son pocos calóricos o malos si lo son mucho porque los clasificados como más peligrosos serán los más deseados. El efecto transgresor es directamente proporcional a la rigidez de la prohibición.
Los alimentos tienen un valor emocional Leer más