Existen miles de dietas que hacen creer a la gente que bajarán de peso y tendrán cuerpos esbeltos y fornidos semejantes a los de sus ídolos, conocidas bajo el sobrenombre de ‘dietas milagro’. Su momento llega con el buen tiempo y su filón son los millones de personas que pretenden adelgazar de manera rápida y sin ningún tipo de control profesional, dejándose llevar por la dieta milagro de moda del momento.
El resultado de las dietas milagro suele ser que normalmente la dieta fracasa: la persona termina ganando más peso del que tenía en un inicio, lo que acaba provocando frustración, desánimo y culpa. Unos sentimientos negativos que mantienen hábitos poco saludables y hacen creer que un adelgazamiento sano y duradero no es posible. En este sentido, desde iDietista creemos que los motivos principales para que una dieta fracase son los siguientes:
- Cansancio de la dieta. La persona termina cansándose porque normalmente la dieta está basada en restricciones y prohibiciones, y a menudo se pasa hambre y aumenta el deseo de comer más.
- Falta de apoyo profesional. Las dietas milagro no suelen tener detrás a un profesional que pueda personalizar el tratamiento y dar apoyo cuando el paciente tenga dudas.
- Incapacidad para crear hábitos saludables. En las dietas milagro no se introducen hábitos saludables, y precisamente éstos son los que mantendrán el plan a largo plazo.
- Poca personalización. Las dietas no son personalizadas ni se establecen teniendo en cuenta las características individuales de cada persona. Normalmente las dietas milagro son genéricas y sirven para grandes grupos de gente, pero no se ajustan a cada caso personal.
- Sin supervisión ni actividad física. No incluyen un plan supervisado para disminuir el sedentarismo que contemple actividad física. Además, muchas de estas dietas al ser bajas en nutrientes esenciales pueden provocar fatiga y poner en peligro la salud del individuo.
Adelgazar realizando una dieta milagro puede convertirse en un infierno y puede mermar la salud física y mental, además de la consiguiente pérdida de tiempo y dinero. Lo recomendable es que se trabaje con reeducación nutricional e ir consolidando hábitos alimentarios correctos. Un profesional cualificado puede servir de guía en este camino y ayudar a encontrar una propuesta que se adapte a la forma de ser de cada persona.
Perder peso, como cualquier cosa en la vida, requiere un esfuerzo. Pero éste se verá recompensado si se hace con sentido y enfocado siempre como un plan y una manera de comer y relacionarse con alimentación correcta, no sólo por un par de meses, sino para toda la vida y evitar así el fracaso que puede suponer depender de una dieta milagro.