obsesion-dieta-comida

obsesion-dieta-comidaUna de mis metas como dietista-nutricionista es ayudar a que las personas establezcan una relación sana con la comida.

Para mí esto es la clave de todo.

Si quieres aprender a gestionar correctamente tu peso, crear una relación sana con la comida debe convertirse desde ahora mismo en uno de tus objetivos prioritarios. Sino lo consigues la perdida de peso puede llegar a ser frustrante, ineficaz y poco duradera.

Mi trabajo como nutricionista no consiste en sacar una dieta rígida de un cajón con pautas difíciles de cumplir sino de ser una ayuda real para el paciente. Todo esto gracias a la reeducación nutricional y un soporte 100% personalizado.

Por lo tanto, si ya me conoces un poco sabrás que no estoy a favor de las dietas milagro o de moda para perder peso ni nada que se aleje del natural acto de comer.

Vivimos en una sociedad que ha sufrido muchos cambios en muy poco tiempo y por desgracia la alimentación no es una excepción. Ahora, algo tan primitivo como comer, se ha vuelto más complicado que nunca.

La realidad es que comemos peor que nuestros antepasados, tenemos los índices de obesidad por las nubes (también la infantil), mucha gente está continuamente obsesionada por lo que debe o no debe comer y las enfermedades relacionadas con una mala alimentación y un incorrecto estilo de vida, como la diabetes, el cáncer o las enfermedades cardiovasculares, son el pan de cada día.

Muchas veces no es solo que se escojan mal los alimentos sino un entramado de conductas alimentarias nocivas que llevan inevitablemente a suspender esta asignatura. Con la gravedad que muchas veces pueden terminar desembocando en un trastorno de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia, ortorexia, etc).

Podríamos culpar muchas cosas y debatirlo pero creo que es más importante centrarse en las soluciones. Por este motivo veo básico empezar a identificar relaciones poco sanas con la comida como primer paso para poder cambiarlas.

“El primer paso para lograr una relación sana con la comida es ir identificando aquellas conductas, mitos y creencias alimentarias que nos van a la contra”

Vamos allá con algunas de las que me encuentro en mí día a día y que sufren muchas personas que intentan adelgazar o perder peso:

“Iré al gimnasio así luego podré comer más”

No es ningún secreto. Algunas personas van al gimnasio (consciente o inconscientemente) para después sentirse menos CULPABLES y poder comer más cantidad. Hacer esta compensación no ayuda de ninguna forma a tener un peso saludable ni a desarrollar una buena conducta alimentaria.

No hace falta decir que si los motivos de ir al gimnasio son estos es que conviene replantearse a fondo algunas cosas.

Algunas razones SANAS para ir al gimnasio son para sentirse bien (física y mentalmente), estar en forma, mantener una buena salud, etc.

“Si dejo de controlar 24h todo lo que como, voy a engordar”

  • ¿Has observado que pasa si flexibilizas un poco tus ansias de control?
  • ¿Puedes demostrar que vas a engordar?
  • ¿Crees que un exceso de control en tu alimentación te va a reportar más beneficios?
  • ¿Te sientes feliz o ansiosa estando tan pendiente de la alimentación?
  • ¿Crees que la gente que tiene una sana relación con la comida están todo el día controlando que comen o dejan de comer?

Sinceramente: ¿Lo ves como algo natural?

Recuerda: los extremos no son buenos. Ni la dejadez ni el megacontrol van ayudar a que tu mundo alimentario sea algo sencillo y placentero.

“Para perder peso debo contar todas las calorías y prohibirme alimentos”

¿Puedes intuir porqué la mayoría de dietas fracasan?

Básicamente porqué van en contra de la naturaleza humana, prohíben alimentos (normalmente los más deseados) y son muy rígidas por lo que es imposible mantenerlas en el tiempo. Cada persona es distinta y querer encajar en un patrón a la fuerza no suele dar buenos resultados.

Si quieres perder peso, adelgazar y aprender a comer saludablemente es totalmente INNECESARIO que te pases el día contando calorías, no sirve de mucho salvo para terminar de los nervios (con obsesión y ansiedad por la dieta y la comida).

Además, es importante remarcar que fijarse en un número total de calorías no es sinónimo de estar comiendo de forma saludable. Existen muchos otros factores como la calidad de los alimentos, por ejemplo.

¿Aún crees que prohibirte alimentos es algo bueno? Lee este artículo por favor.

“Los laborables a dieta y el fin de fiesta”

Lo mismo que decir de lunes a viernes restricciones y el fin de semana no puedo soportarlo más y me excedo.

Y el lunes… me siento culpable y vuelvo a empezar.

Si observas que durante el fin de semana te sucede esto es que quizás durante la semana estas siendo demasiado estricta contigo misma.

Este patrón no lleva a ningún sitio (sólo a perpetuar problemas de sobrepeso) y si lo combinamos con el siguiente, algo bastante habitual, la cosa sólo puede empeorar.

“No tomo postre, ni carbohidratos o no ceno o lo cambio por barritas…”

Si realizas cosas como estas es muy posible que hayas incorporado lo peor de cada dieta milagro fracasada del pasado y ahora tu vida alimentaria sea un autentico caos.

De esta forma tu mundo alimentario puede convertirse en una tortura llena de pautas rígidas, prohibiciones y normas de como deberían ser las cosas.

Lamentablemente conductas o situaciones como las descritas son muy frecuentes y generan mucho malestar, aunque la buena noticia es que siempre pueden mejorarse con tiempo y una correcta reeducación nutricional.

Un consejo para finalizar: Empieza a cuestionártelo todo desde ahora mismo con un simple…

Y ¿POR QUÉ?


Únete a esta gran aventura. Te enseñaré a cambiar tu relación con la comida.

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