Una de las preguntas frecuentes que recibimos de pacientes al empezar un plan de reeducación nutricional es si es tan importante el ejercicio físico para adelgazar. La respuesta que siempre damos es contundente: “si quieres adelgazar, el ejercicio físico es imprescindible”. Tanto si hablamos de adelgazamiento como si buscamos mejorar nuestra salud o calidad de vida, el ejercicio físico va a marcar la diferencia.
Nuestros pacientes ex-sedentarios casi siempre comentan que ha habido un antes y un después en sus vidas después de afianzar este hábito tan saludable. Si existiera una píldora mágica para todo, esta sería el incremento de la actividad física, es algo que todos los facultativos deberían prescribir de base antes de empezar un tratamiento farmacológico. Todo esto está más que justificado, a continuación hablamos de su importancia mostrando algunos de los beneficios del ejercicio físico:
- Equilibra el gasto energético, y es por tanto fundamental para el equilibrio calórico y el control del peso.
- Mejora y fortalece el sistema osteomuscular (huesos, cartílagos, ligamentos, tendones) contribuyendo al aumento de la calidad de vida y grado de independencia especialmente entre las personas con más edad.
- Retarda tu envejecimiento al mejorar tu capacidad física, cardio-vascular, osea y muscular.
- Mejora tu capacidad de trabajo y asegura tu longevidad al favorecer la eliminación de toxinas y oxidantes.
- Regula todos tus índices relacionados con hipertensión, glucemia y grasas en la sangre.
- Mejora tu sistema inmunológico.
- Genera sensación de placer y bienestar, debido a las endorfinas, unas hormonas que tu cuerpo produce.
- Mejora la calidad de tu sueño.
- También se ha demostrado que el ejercicio físico es beneficioso para alteraciones o enfermedades como son: diabetes (mellitus y gestacional), obesidad, hipertensión arterial, osteoporosis, asma, estrés de embarazo, colesterolemia, infarto y distintos tipos de cáncer (próstata y colorrectal).
